El packaging del futuro, además de adaptarse a los requerimientos de sostenibilidad e innovación y a las corrientes de diseño –que se actualizan con rapidez– afronta el reto de la omnicanalidad en las ventas de productos empaquetados.
Queremos echar un vistazo a los desafíos que va a tener que afrontar el packaging del futuro y a detenernos en una corriente de fusión que, sin duda, es el futuro del embalaje. Porque en SP no nos contentamos con fabricar materiales y envases con altas prestaciones, sino que queremos encontrar las claves para que el envase sea capaz de inclinar la decisión de compra.
Rasgos del consumidor determinantes para el diseño del packaging del futuro
Es un hecho: la omnicanalidad ya no es una opción, sino una necesidad para cualquier negocio que pretenda mantener sus niveles de venta. Durante los peores meses del confinamiento originado por la crisis sanitaria del COVID-19 un buen número de consumidores que hasta ahora habían permanecido al margen del canal digital, se sumaron por cuestiones de seguridad.
Estos clientes no han abandonado el canal, sino que lo simultanean con el tradicional, y esto supone un esfuerzo extra para las marcas. Por un lado, las empresas deben ser capaces de aportar lo mismo desde cualquier canal (y esto se aplica a cuestiones tan relevantes como la atención post venta, por ejemplo) y lanzar mensajes coherentes que no desdibujen la imagen de marca.
Por otro, los clientes demandan compromiso: el factor sostenibilidad, las compras de proximidad, la implicación en la economía circular, la reciclabilidad de los envases… Son muchas las cuestiones que se deben tener en cuenta ante un posible cliente que tiene toda la información imaginable en su smartphone.
Y todo esto, por complicado que sea, tiene que plasmarse en el diseño final del packaging, ya que se convierte en el último embajador físico de la marca más allá de la calidad del producto que contiene.
Packaging FISITAL: La experiencia híbrida física y digital
Para unir los canales de compra digital y tradicional nace un término, de la fusión de físico y digital: FISITAL. Se trata de una palabra acuñada en 2014 por Darrell K. Rigby, y el packaging del futuro va a tener que orientarse en este sentido: todo va a implicar una fusión físico-digital.
El packaging FISITAL es capaz de proporcionar experiencias híbridas, que suponen tan solo ventajas y comodidades a los consumidores: necesitamos experimentar con nuestros sentidos (tacto, olfato, etc… todo cuenta a la hora de escoger un producto), pero queremos mantener la comodidad y libertad de elección que el canal online nos proporciona.
¿Cómo se consigue satisfacer ambas necesidades? Aquí es donde entra en juego lo FISITAL. El packaging FISITAL debe aportar todo lo que organoléptica y emocionalmente está buscando el comprador y al mismo tiempo darle un acceso rápido y directo a toda la información que se pueda encontrar online sobre la marca o el producto.
Integrar lo FISITAL en la estrategia de marketing dará como resultado embalajes o envases que dan acceso a un mundo de información (y entretenimiento, por qué no), sin descuidar todo lo que necesitamos sentir al llegar al lineal o al recibir nuestra compra online. El gran reto es que el packaging del futuro sea capaz de hibridar mundos sin caer en incoherencias de cara a la marca, su imagen y sus valores.
El packaging del futuro es más sostenible
Sin perder de vista todo lo planteado por el packaging FISITAL, ya hemos comentado que la sostenibilidad en el packaging es tendencia. Y además va a ser necesidad, atendidas las normativas que plantean que, en un horizonte bastante cercano, todos los plásticos en el mercado reunirán una serie de características que los harán más respetuosos con el medio ambiente.
En ese sentido en SP desarrollamos materiales biobasados, compostables y biodegradables. Se desarrollan con elementos como fibras vegetales y, con el adecuado tratamiento de los residuos, se descomponen y vuelven a la tierra convertidos en nutrientes. Pero para que tanto el cliente que está en tienda como el que está llenando un carrito virtual sean conscientes de estas cualidades, hace falta un packaging orientado a ambos canales.
Por tanto, a través del diseño y la integración de elementos como códigos QR o realidad aumentada (a través de las redes sociales del producto o marca, por ejemplo) se debe dar la oportunidad al cliente de saber qué está comprando, cómo ha sido elaborado (también su envase) y qué hace esta empresa en concreto para no dejar una huella demasiado profunda en la naturaleza.
La experiencia de compra del futuro es FISITAL, y seguiremos la pista a los avances que se produzcan en este campo. Si quieres saber más sobre esta y otras tendencias de futuro en packaging, no te pierdas nuestros posts y noticias. ¡Te esperamos!