Hasta ahora la sociedad ha estado siguiendo el modelo de economía lineal, un modelo basado en conseguir recursos para producir un bien, consumirlo y posteriormente desecharlo. Esta dinámica nos está llevando no solo a la escasez de recursos, sino también a un contexto en el que la contaminación está generando un gran impacto sobre el planeta. Existen varias formas de afrontar este problema y hay una que destaca por encima del resto en nuestro país: la Estrategia Española de Economía Circular.
El concepto de economía circular tiene como objetivo aprovechar al máximo los recursos alargando el ciclo de vida de los productos.
Dadas las implicaciones tan positivas que tiene este cambio de paradigma y producción por parte de las empresas y del Estado, es un paso que debe darse lo antes posible y conviene saber cómo empezar a generar los cambios que lleven a la puesta en práctica de un modelo de economía circular.
Estrategia española de economía circular, ¿cuestión de ética u obligación legal?
El modelo de economía circular ha pasado de ser una cuestión moral por parte de las empresas a convertirse en parte del plan de futuro que van a seguir los Estados en la próxima década.
En el caso de España, alineándose con los planes de acción para alcanzar una economía circular europea, se han propuesto varios objetivos tangibles que deben cumplirse en los próximos años. Tal y como marcan desde el gobierno, los objetivos son:
- Reducir un 30% el consumo nacional de materiales en relación con el PIB, tomando como año de referencia el 2010.
- Reducir la generación de residuos un 15% respecto de lo generado en 2010.
- Reducir la generación de residuos de alimentos en toda cadena alimentaria.
- Incrementar la reutilización y preparación para la reutilización hasta llegar al 10% de los residuos municipales generados.
- Mejorar un 10% la eficiencia en el uso del agua.
- Reducir la emisión de gases de efecto invernadero por debajo de los 10 millones de toneladas de CO2 equivalente.
Todos estos objetivos se encuadran dentro de la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC) y, para llevarlos a cabo, se han desarrollado legislaciones como la recientemente aprobada Ley de Residuos y Suelos Contaminados.
¿Qué ventajas le aporta a una empresa contar con un modelo circular?
Las ventajas de implantar la estrategia española de economía circular no solo pasan por mayores niveles de sostenibilidad y por producir un impacto al medio ambiente mucho menor. A nivel nacional, aumentar la reutilización y el reciclaje puede suponer el dejar de depender de terceros países para conseguir materias primas. Ello conlleva que, en momentos de escasez o de crisis en las cadenas de suministros, como la vivida durante el coronavirus, no habría tantos problemas por falta de materiales.
Así mismo, no solo conseguiríamos disminuir dicha dependencia por las materias primas, sino que mejoraríamos la competitividad y el crecimiento de empleo para empresas innovadoras y con una fuerte base de innovación.
Por otro lado, no hay que olvidar que las materias primas son finitas, por lo que llegará un momento en el que sea imposible cubrir la demanda de producción global. Es por ello que lo ideal será cambiar a un modelo circular cuanto antes.
A nivel de consumidor, la implantación de este modelo también supondría el acceso a productos más duraderos y con una mayor vida útil. La idea es que tanto el producto producido como sus componentes sean reciclables y puedan ser reparados de una manera mucho más sencilla, reduciendo drásticamente los residuos producidos al terminar su ciclo de vida.
Además, la implantación de un modelo circular también generaría una mejor imagen de la empresa de cara a un público cada vez más concienciado, logrando mostrar una imagen de marca de empresa comprometida con un futuro más verde.
Por último, las legislaciones cada vez están más encaminadas a que las empresas adopten este tipo de modelos, por lo que adherirse a modelos de economía circular también conlleva el no tener ningún problema con los nuevos marcos legislativos, tanto con los presentes como los que están por llegar.
Definir cuál será tu nivel de compromiso y las actuaciones concretas, clave para adaptar tu empresa a la estrategia española de economía circular
El compromiso de una empresa para implantar un modelo de economía circular pasa por tomar acciones concretas y como tal, estas deben estar bien definidas. Para ello, la empresa deberá tener en cuenta cuántos recursos humanos y técnicos se destinarán a dicha implantación. Así mismo, los objetivos deberán ser realistas y enfocados a una mejora constante. Esto implica establecer unos objetivos específicos con unos tiempos bien marcados.
Así mismo, el compromiso ha de pasar necesariamente por dos principios básicos: que el desempeño económico no dependa de materias vírgenes y crear un sistema de recuperación que ayude a reducir de forma significativa la producción de residuos. De esta manera, se podrán identificar cuáles son los puntos clave sobre los que la empresa debe trabajar e implementar acciones concretas que lleven a un modelo de economía circular.
¿Cómo llevar la estrategia española de economía circular a una empresa?
Uno de los primeros puntos que las empresas deberían estudiar para adherirse a la estrategia española de economía circular es el de revisar el diseño de sus productos. Para este rediseño lo ideal es pensar en soluciones que faciliten el desmontaje y la reparación de los productos, reduciendo la necesidad de materiales y alargando de manera considerable su vida útil.
Otro punto muy útil para llegar a modelos circulares es implantar modelos de recuperación de materiales. Para lograrlo, muchas empresas ya incentivan a los consumidores a que devuelvan el producto una vez haya sido usado para que este sea reciclado o sus materiales reaprovechados por la propia empresa.
Así mismo, cada vez se está expandiendo más el concepto de ecodiseño. Este busca llevar la sostenibilidad a un producto desde el mismo momento en que es concebido, haciendo que esta esté presente no solo en la producción sino a lo largo de toda la cadena logística.
Por último, cabe recalcar que cualquier tipo de empresa, aunque no sea productora, puede adherirse a la estrategia española de economía circular. Medidas como el ahorro energético, el uso de fuentes alternativas de energía o el fomento de una cultura del reciclaje, pueden hacer que cualquier empresa destaque por la defensa de los valores de la sostenibilidad y la apuesta por un futuro más verde.
Por nuestra parte, queremos inspirar a otras empresas del sector con nuestras soluciones sostenibles y con programas como el proyecto Merma 0. Esta iniciativa busca reducir el residuo sobrante de la fabricación y alcanzar un modelo de producción en el que no exista ningún tipo de desperdicio.