Entender qué es la economía circular, cuáles son los objetivos de desarrollo sostenible y otros términos relacionados con la sostenibilidad es clave para comprender los retos a los que nos enfrentamos hoy en día en nuestra sociedad. Por ello, desde SP Group analizamos los conceptos clave para entender la sostenibilidad. En este artículo descubriremos nuevos materiales como el bioplástico y mucho más.
Qué es la economía circular: un modelo para alcanzar la sostenibilidad
Al tratar de definir qué es la sostenibilidad no podemos pasar por alto el término de economía circular. Pero ¿qué es la economía circular? Es un sistema que busca optimizar los recursos mediante la reutilización y el reciclaje de materiales y productos tantas veces como sea posible. Es decir, su objetivo es lograr alargar el ciclo de vida útil de los productos, logrando de esta manera reducir el número de recursos y residuos que generamos. Para simplificar, los principios de la economía circular son: reducir, reciclar, reutilizar.
La economía circular contrasta enormemente con el modelo actual en el que se potencia el concepto de “usar y tirar”. Este sistema requiere una cantidad enorme tanto de recursos y materiales, como de energía. Por esta razón, cada vez se están haciendo más llamamientos para crear un sistema sostenible y se están impulsando leyes que aseguren conseguir una transformación en favor de la sostenibilidad.
Qué son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
Los objetivos de desarrollo sostenible son una serie de desafíos que ha lanzado la ONU para lograr acabar con la pobreza, garantizar el desarrollo de todos por igual y proteger el planeta como parte de la Agenda 2030. La lista de los ODS recoge un total de 17 objetivos y, aunque todos guardan cierta relación con la sostenibilidad y están interconectados, los más representativos para tratar de alcanzar esta son aquellos que buscan alcanzar un mundo en el que se garantice:
• Agua limpia y saneamiento.
• Energía asequible y no contaminante.
• Innovación en industria e infraestructuras.
• Ciudades y comunidades sostenibles.
• Producción y consumo responsables.
• Acción por el clima.
• Cuidado de la vida submarina.
• Cuidado de la vida de ecosistemas terrestres.
A su vez, todos estos objetivos se han desglosado en 169 metas concretas a alcanzar, siendo necesaria la colaboración de los gobiernos entre sí, de las instituciones públicas y privadas e, incluso, de la propia ciudadanía.
Huella de carbono, clave para entender qué es la sostenibilidad
La huella de carbono es el indicador de la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) generados y emitidos por un individuo, una empresa o un producto durante su ciclo de vida y a lo largo de la cadena de producción, a veces incluyendo también su consumo, recuperación al final del ciclo y su eliminación. En este sentido, el término de huella de carbono se ha convertido en un indicador para medir las emisiones directas e indirectas de gases tales como el metano o el CO₂.
La huella de carbono se produce tanto de manera global como individual, siendo posible medir el impacto que genera una empresa o un individuo concreto a través de su huella de carbono. Esta se produce en prácticamente todas las dimensiones de nuestra vida, aumentando o disminuyendo en función de cómo comemos, nos desplazamos o de cuanta energía consumimos en nuestro día a día.
Nuevos materiales: ¿qué es el bioplástico?
El bioplástico es un plástico que se produce a partir de fuentes renovables en lugar de ser un derivado del petróleo como los materiales plásticos habituales. Esto implica que tiene su origen en materias primas tales como el almidón, el maíz, la soja o la fécula de la patata, entre otros. En este sentido, podríamos decir que el bioplástico es un polímero natural.
Al igual que ocurre con los plásticos convencionales, dentro del bioplástico existen diferentes tipos: algunos de ellos son sostenibles atendiendo a determinadas condiciones. Por ejemplo, los plásticos biobasados, como Bio-PE o Bio-PET, son reciclables en el caso de ser monomateriales. Otros, como los biobasados y biodegradabes (como PLA, PHA o PBS) son compostables.
Eficiencia energética, uno de los grandes objetivos para un mundo más verde
Esta se define como la optimización del consumo energético. En otras palabras, la idea es lograr ajustar el consumo para que siga cumpliendo su función, con una cantidad menor de energía. En este sentido, podemos decir que un aparato o proceso es energéticamente eficiente si su consumo es inferior a la media cuando realiza su actividad.
Para alcanzar la eficiencia energética, además de la reducción en el consumo energético, también se busca la incorporación de fuentes de energía sostenibles. A día de hoy, es complicado que todo el abastecimiento eléctrico de una instalación provenga de fuentes naturales. No obstante, este sigue siendo uno de los objetivos de la eficiencia energética para lograr un mundo mucho más sostenible.