La impresión flexográfica es una de las técnicas más utilizadas en el sector del packaging. Su versatilidad, velocidad y capacidad para imprimir en diferentes materiales la han convertido en la tecnología preferida para gran parte de la industria.
Según un estudio de Data Bridge Market Research (2024), más del 60 % de los envases que se fabrican en el mundo incluyen de alguna manera impresión flexográfica (Databridge Market Research). Este dato refleja no solo la relevancia de esta tecnología, sino también su constante evolución en los últimos años.
¿Qué es la flexografía?
La flexografía es un método de impresión directa. La tinta que se aprovecha para cada trabajo se transfiere al soporte mediante un sistema rotativo de rodillos.
Este método aprovecha unas planchas de goma flexibles, que son las que le dan el nombre por el que se le conoce.
En la práctica, consiste en poner la tinta sobre las planchas y presionar el sustrato imprimible, así se queda la impresión en la superficie sobre la que se ha apoyado.
En flexografía las planchas además de ser flexibles tienen altos relieves. Las zonas imprimibles tienen relieve y las que no tienen tinta no lo tienen.
Entre las muchas ventajas que ofrece la flexografía, tenemos que destacar una de sus características y es la versatilidad de aplicaciones. Podemos aprovechar este método en muchos soportes y, de hecho, es uno de los más recomendables en envases, principalmente de cartón corrugado o de plásticos, tanto de polietileno como de polipropileno.
Ventajas de la flexografía
Las principales ventajas de la flexografía para el packaging flexible son:
- Velocidad de impresión: permite tiradas largas en tiempos muy reducidos.
- Versatilidad: admite una gran variedad de materiales, desde films plásticos hasta papel o cartón.
- Coste competitivo: las planchas de impresión son relativamente económicas y resistentes.
- Calidad de impresión: la definición de los grabados y el avance de la tecnología HD han elevado la calidad hasta niveles comparables con otros sistemas.
- Sostenibilidad: gracias al uso de tintas al agua y a base de disolventes con bajo impacto ambiental, contribuye a reducir la huella ecológica.

Conclusiones
La flexografía sigue siendo la opción preferida para el envasado flexible, gracias a su rapidez, versatilidad y sostenibilidad. No obstante, para trabajos muy detallados o tiradas cortas, tecnologías como la impresión digital o el offset pueden resultar más convenientes.
La clave está en elegir el sistema de impresión adecuado según las necesidades de cada proyecto, considerando aspectos como el volumen de producción, la calidad de diseño requerida y los objetivos de sostenibilidad de la marca.
Si quieres profundizar en otras técnicas, también puedes visitar nuestro artículo sobre huecograbado, otra tecnología con gran protagonismo en la industria del packaging.
Este artículo ha sido revisado y validado por Klaudia Konopka, Directora del departamento de Impresión en SP Group.
