En el mundo de la alimentación y la nutrición existen muchas tendencias, pero sin duda, una de las que más fama y popularidad ha conseguido en los últimos tiempos es el movimiento realfooding. La “comida real” está generando cada vez más seguidores debido a que aúna dos características que los consumidores llevan mucho tiempo demandando, según varias encuestas del sector de la hostelería: comida que sea más sana y más sostenible. Es por ello que, desde SP Group, queremos darte las claves sobre este movimiento y sobre las soluciones que propone el sector del packaging para adaptarse a él.
¿Qué es exactamente el movimiento realfooding?
El movimiento realfooding se basa en promover una alimentación más sana mediante el consumo de alimentos que no hayan sido procesados, o que sean mínimamente procesados. Como nos indica el propio nombre del movimiento, la idea es buscar alimentos frescos, que logren conservar todas sus propiedades y nutrientes de forma natural.
Con esa finalidad, el realfooding ha desarrollado toda una serie de productos con los que promover la comida real: desde sus propios alimentos, como el pan, la crema de cacao o el hummus, hasta una app con la que poder escanear los códigos de barras de productos del supermercado y evaluar si son “comida real”, buenos procesados o ultra procesados, dependiendo de sus ingredientes.
Cabe señalar que el movimiento realfooding se aleja de lo que sería considerado como una forma de hacer dieta. Se identifica más con un estilo de vida a largo plazo en el que cuidas tu salud mientras disfrutas del verdadero sabor natural de los alimentos. De ahí la importancia que tiene también para este movimiento todo el proceso que conlleva el consumo de alimentos, desde la recolección hasta que lo llevamos a la mesa.
Por otro lado, este movimiento está íntimamente ligado a la sostenibilidad. El realfooding hace especial hincapié en reducir el desperdicio alimentario y promueve enormemente el reciclaje. El tipo de envases que suelen usar los seguidores de este movimiento son aquellos que puedes reutilizar y reciclar.
¿Cómo son los envases ideales para el movimiento realfooding?
Packaging transparente para analizar la frescura del producto
El packaging que más se adapta a este movimiento tiene algunas peculiaridades. Uno de los principales aspectos que busca el realfooding en la comida es el poder observar si los alimentos son frescos. En este sentido, las cualidades del envasado deberán buscar siempre la mayor transparencia posible. El producto debe poder presentarse por sí mismo. Dejarlo demasiado tapado o usar un packaging poco transparente podría indicarle al consumidor que el producto es ultraprocesado o que no presenta el aspecto que el realfooder busca.
Packaging con el que alargar la vida útil del producto
Por otro lado, al estar ante un movimiento que busca consumir productos frescos, el envasado deberá poder alargar el tiempo de vida del alimento lo máximo posible. Elegir mal el packaging podría suponer que productos frescos como la fruta o la verdura se oxiden y presenten un peor aspecto. De darse el caso, no solo supondría pérdidas para la persona que comercializa el producto, sino que sería totalmente contrario a las ideas del movimiento realfooding. Este busca una mayor sostenibilidad mediante varias acciones, siendo una de ellas reducir el desperdicio de comida.
Los envases que traten de hacer frente a las demandas de los realfooders deberán tener una capacidad de conservación de cualidades óptima. Tanto el aroma como el sabor pueden verse alterados al usar un packaging que no sea adecuado. De hecho, en el peor de los casos, el aroma del alimento podría contaminarse con otro, haciendo que dicho alimento ya no cumpla con los estándares del movimiento. Es por ello que los envases no solo deben proteger contra la contaminación de agentes externos, también deberán velar porque ninguna de las propiedades del alimento se pierda.
Envases sostenibles para realfooders
Viendo la importancia del envasado de alimentos para el movimiento realfooding, habrá que poner especial atención tanto al tipo de envase empleado, como al material del que esté fabricado. Un gran ejemplo de material sostenible para este movimiento y que podría emplearse en el envasado es el rPET. Este material presenta unas características concretas que lo convierten en un elemento ideal de fabricación para todas aquellas personas concienciadas con la sostenibilidad.
El rPET está producido íntegramente con materiales que han sido reciclados, siendo un material termoformable. Además, es 100% reciclable, por lo que juega un gran papel a la hora de generar una economía circular. Como principales ventajas en cuanto a su uso, encontramos que los envases fabricados con este material son muy ligeros, transparentes, resistentes y flexibles.
Todas estas cualidades convierten a los envases fabricados a partir del rPET en una opción excelente para mantener en perfectas condiciones tanto los alimentos frescos, como los elaborados o precocinados. Sin duda, una gran elección cuando se trata de cumplir con los objetivos del movimiento realfooding.
Otros envases sostenibles 100% compatibles con la filosofía y objetivos de los realfooders son el PP HB ECO, que cuenta con más de un 90% de material reciclable y está especialmente diseñado para soportar tratamientos térmicos como la esterilización, pasteurización, llenado en caliente o microondas, alargando la vida útil de los productos mientras se reduce el desperdicio alimentario. El PE ECO, 100% monomaterial, reciclable y transparente; o el PE HB ECO, también fabricado con un material 100% reciclable y especialmente diseñado para soportar alimentos que contengan líquidos o súper alimentos como semillas de Chía, Amapola o frutos secos.