El sector del packaging se ha reinventado en los últimos años: estamos ante una verdadera revolución del sector en la que se tienen unas altas expectativas sobre las características que deberá tener el packaging del futuro.
Eficiencia, sostenibilidad, optimización y uso de nuevos materiales, son algunas de las bases sobre las que se asentará la industria en los próximos años. A continuación, analizamos cuál es el presente y el futuro del sector del packaging y cuáles son sus materiales y tecnologías más innovadoras.
Presente y futuro del packaging para alimentos
El packaging nació con el objetivo de garantizar una correcta seguridad alimentaria mediante una conservación que mantuviera en óptimas condiciones los alimentos y protegerlos durante el transporte. No obstante, aunque estas características siguen estando presentes, son aspectos que ya damos por hecho. Las innovaciones técnicas y los cambios en las tendencias de consumo han llevado a la creación de una nueva serie de necesidades que debemos cumplir si queremos adaptarnos a los consumidores presentes y futuros.
Uno de los aspectos más destacados, sin duda, en los últimos años es la necesidad de lograr reducir el impacto de los envases; una demanda que ha ganado fuerza tanto entre los consumidores como entre las administraciones, que crean cada vez con mayor frecuencia regulaciones en esta dirección. Ello hace que el futuro del packaging deba pasar obligatoriamente por aumentar su nivel de sostenibilidad.
Sin embargo, dicha sostenibilidad no está reñida con la producción de envases con un nivel elevado de personalización y que sean altamente resistentes y flexibles en cuanto a su uso. En este sentido, el futuro vendrá marcado por encontrar la manera de reunir todas estas características. Es por ello que las empresas con programas de desarrollo de nuevos materiales y nuevas soluciones tendrán un papel clave en la industria del futuro.
Ecodiseño, así se diseñará el packaging del futuro
El ecodiseño es una metodología de diseño que tiene en cuenta el impacto medioambiental que generará el producto durante toda su vida útil y al terminar esta. Ello implica que esta rama piense en la sostenibilidad del producto incluso en la fase en la que este es tan solo una idea. A nivel práctico, esto significa tener en cuenta, entre otras cosas, la forma y diseño del envase para optimizar su distribución por toda la cadena de suministros, los materiales que emplearán en su elaboración para que resulten resistentes al paso del tiempo y sostenibles o el hecho de que estos puedan ser reutilizados tras su vida útil.
De esta manera, se puede conseguir que el packaging sea sostenible desde el mismo momento en que es concebido. Al poner en valor todos estos elementos, el ecodiseño también logra otorgar un valor extra al producto, consiguiendo que no solo resulte más sostenibles, sino también más atractivos para el consumidor final, el cual valora actualmente mucho el cuidado del planeta.
Monomateriales, la base del packaging del futuro
Otro de los elementos que definirá el packaging del futuro será el uso de monomateriales a la hora de abordar su fabricación. Los monomateriales son aquellos materiales que están formados a partir de un único polímero, haciendo que el proceso de reciclado tras su uso sea mucho más sencillo. Aunque, tradicionalmente, los monomateriales han sido materiales rígidos como el vidrio o el alumno, actualmente los avances en compuestos plásticos han conseguido utilizar monomateriales en plásticos flexibles.
Entre los ejemplos de este tipo de materiales podemos encontrar el PE HB ECO o el PP HB ECO. Ambos son grandes ejemplos de envases elaborados con monomateriales y que son reciclables. Así mismo, estos se presentan como soluciones muy resistentes y concretamente el PP HB ECO es apto para soportar tratamientos térmicos, por lo que cuentan con una infinidad de posibilidades de envasado.
Los envases inteligentes, un nuevo estándar de la industria
Por último, una de las grandes novedades en el mundo del packaging son los envases inteligentes. Este tipo de envases incorporan en su elaboración un sistema de sensores e indicadores que comprueban, entre otras cosas, en qué condiciones se encuentra el alimento y le ofrece esa información al consumidor final. Entre los datos que pueden aportar estos envases destaca el ser capaz de detectar si se han producido cambios en la temperatura del alimento o si se está produciendo un crecimiento microbiológico.
Esta información se le proporciona al consumidor final mediante el etiquetado o el propio envoltorio. De esta manera, se puede garantizar el perfecto estado de un alimento a lo largo de toda la cadena de distribución. Aunque los envases inteligentes aún no se han convertido en un estándar dentro de la industria alimentaria debido principalmente a que son un producto de reciente creación, teniendo en cuenta sus características, todo parece indicar que se convertirán en un ejemplo a seguir para el packaging del futuro.