Falsas creencias sobre envases plásticos y sostenibilidad

25 febrero 2020

Existe una gran cantidad de mitos y falsas creencias sobre envases plásticos y en general el packaging sostenible sobre las supuestas desventajas de su uso tanto para la salud como para el medio ambiente. Sin embargo, muchas de esas afirmaciones son solo una muestra de un desconocimiento general que tiene el público sobre el material, sobre sus múltiples usos y sobre los avances del sector en las últimas décadas.

Anteriormente ya hablamos más en profundidad en nuestro blog sobre cómo la utilización de residuos como materias primas se había convertido en uno de los retos del envase sostenible. En este post seguimos avanzando en la concienciación sobre el trabajo necesario para desmentir falsas creencias sobre envases plásticos y sostenibilidad:

1. Separar no sirve, porque el plástico no se recicla:

En muchas ciudades existe el mito de que no sirve de nada separar la basura porque, al final, los envases plásticos terminan mezclados con los desechos orgánicos en los vertederos tradicionales. Sin embargo, los camiones de recogida de basura están diseñados para separar cada uno de los materiales reciclables en su interior gracias a su diseño con diferentes compartimentos. De esta manera se garantiza que todo el material plástico que se introduce en el contenedor de reciclado no está contaminado por otro tipo de deshechos y llega a la planta de reciclaje sin ningún tipo de problema.

Separadores de carriles bici, columpios o bancos del parque pueden pasar desapercibidos a nuestros ojos, pero son un ejemplo de los avances del sector de los envases de plástico. Una gran parte del mobiliario exterior está fabricado con materiales plásticos reciclados y reincorporados en la fabricación industrial. El reciclaje en el envase alimentario también está avanzado a pasos agigantados. Eligiendo materiales que permiten un reciclado elevado, de modo que los polímeros utilizados en la producción de un envase puedan volver a utilizarse en la producción de otros.

En SP Group hemos conseguido incluir el reciclaje en nuestro proceso de fabricación y, gracias a esta innovación, hemos desarrollado formatos y envases reutilizables o que ofrecen una segunda vida, como envases doypack con cierre zipper o PRESS-LOK de Velcro; materiales 100 % reciclados y reciclables, como el rPET obtenido a partir de material reciclado post-consumo o estructuras sostenibles como el PE HB ECO, totalmente reciclable.

2. Los plásticos son tóxicos para los humanos:

Un buen ejemplo de la inocuidad en el contacto con el cuerpo humano es el campo de la medicina, donde los materiales plásticos han sido una gran ayuda para su desarrollo y modernización. Las estructuras que se utilizan en los envases destinados al sector sanitario, permiten proteger el producto esterilizado de contaminantes externos. Además, estas estructuras cuentan con cualidades como la alta resistencia y una buena barrera contra los microorganismos patógenos.

En SP Group contamos con láminas multicapa plásticas de alta calidad para productos sanitarios como coextrusiones con polietileno pelable que permiten la fabricación de envases para gasas esterilizables y estructuras de polipropileno para bolsas al vacío.

En el sector alimentario, el plástico forma parte de los envases desde mediados del siglo XX, con la invención de materiales plásticos seguros y resistentes al calor. Estas láminas plásticas evitan el contacto de los alimentos con las bacterias, aire, oxígeno, entre otros agentes externos, y ayudan a conservar los alimentos durante más tiempo. La estructura interna del plástico utilizado en alimentación asegura que, incluso cuando se trata de plásticos aptos para el microondas o con alta resistencia al calor, estos elementos químicos no van a imprimirse en la comida ni a ser perjudiciales para el cuerpo humano.

En Europa existen diversas legislaciones estrictas para todo el material plástico que entra en contacto con los alimentos, como los envases. El Reglamento 10/2011, por ejemplo, establece una normativa específica a la Unión Europea sobre materiales plásticos alimentarios en la que se incluye la composición de los plásticos y una lista de sustancias autorizadas.

3. Las bolsas de plástico son uno de los grandes problemas porque no se pueden reciclar:

La vida útil de las bolsas de plástico fue uno de los primeros asuntos que atajó la Unión Europea y otros organismos internacionales en sus retos de sostenibilidad. Desde 2018 se aplica un plan para obligar a que los comercios ofrezcan bolsas de plástico ligeras y muy ligeras a los consumidores, plásticos compostables o que contengan al menos un 50% de plástico reciclado en su composición.

En realidad, la composición de este tipo de bolsas las convierte en uno de los productos plásticos más sencillos de reciclar. Cuando las bolsas llegan al contenedor amarillo, éstas son separadas del resto de plásticos y vuelven a utilizarse para fabricar nuevos materiales como tuberías, nuevas bolsas de la compra o de basura.

4. Los envases plásticos siempre acaban en los océanos:

La contaminación oceánica es uno de los grandes problemas globales, sin embargo, los residuos no son únicamente plásticos. Un estudio realizado por científicos de Ocean Cleanup en 2018, tras analizar el contenido de los desechos encontrados en nuestros mares y océanos, observó que el 46 % de estos son instrumentos de pesca y accesorios utilizados por los pescadores, como redes de pescar plásticas, cañas y cebos, etc. Por tanto, no se trata de un problema de gestión de residuos, sino de un problema de falta de concienciación de la población.

La separación de la basura y el reciclaje de los productos debe hacerse desde el principio de la cadena, es decir, desde cada uno de los hogares, para conseguir que cada uno de los residuos sea tratado eficientemente.

5. Siempre es mejor elegir un packaging de cartón:

Otro de los falsos mitos que rodea al plástico es su comparación con los envases de papel o cartón. Se cree que estos materiales son más reciclables que el plástico, pero no es así. Los envases de cartón están hechos a partir de varias capas de papel, que se obtiene de la celulosa. Este material no es resistente a la humedad, al peso elevado ni es apto para estar en contacto con alimentos si no ha sido tratado de forma adecuada.

Su reciclado no siempre es posible. Una vez que el cartón se moja o mancha, por ejemplo, con el líquido de algún alimento, ya no puede ser reciclado como papel, puesto que contiene elementos orgánicos que no pueden limpiarse, como sí ocurre en el caso del plástico.

Por otro lado, la capacidad de conservar los alimentos de esos envases es de mucho menor tiempo que en el caso de los envases plásticos. La conservación de alimentos durante más tiempo es clave a la hora de reducir el desperdicio de comida. Esto tiene un impacto directo en un ahorro de energía, puesto que, gracias a una conservación adecuada, no será necesario producir tantos alimentos.

6. Todos los plásticos se quedan en la naturaleza porque tardan siglos en desaparecer:

Se suele utilizar el término “plástico” como si se tratara de un único material, pero lo más adecuado sería hablar de materiales plásticos, puesto que existen varios tipos de plástico, como el PET, el PVC o el PP, entre otros. Cada uno de estos materiales tiene una composición interna distinta, propiedades específicas y su porcentaje de reciclado y el proceso que debe realizarse en su reciclado también variarán.

Desde SP Group, hemos implementado muchos cambios para garantizar la reciclabilidad de las estructuras. La materia prima es importante y contar con materiales plásticos que garanticen un reciclado óptimo es una de las piezas claves de nuestro avance hacia la sostenibilidad.

Otra mejora sostenible que hemos incorporado es la producción de envases biodegradables, compostables y sostenibles. Para desarrollar estos envases que provienen de fuentes respetuosos con el medioambiente utilizamos BIO FVSOL 60 .  Ambas soluciones se adaptan a los objetivos marcados por la Normativa Europea de Plásticos.

BIO FVSOL 60 es una lámina basada en PVOH (alcohol polivinílico) y en PLA (ácido poliláctico), ambos componentes biodegradables. EL PVOH es un polímero soluble al agua y el PLA es un termoplástico fabricado cuya base se obtiene de materiales naturales como el almidón de maíz, la yuca o mandioca y la caña de azúcar. Gracias a ambos componentes, los envases que se fabrican utilizando BIO FVSOL 60 son 100% biodegradables, compostables y biobasados.

El material rPET procede del resultado de la reutilización de material reciclado post-industrial y post-consumo. Se trata de una lámina de PET monocapa termoformable muy utilizada en el sector alimentario para la conservación de alimentos, ya que funciona muy bien como barrera al oxígeno y al vapor del agua.

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