Los envases activos son aquellos que son capaces de mantener y prolongar el buen estado de los alimentos que contienen. Y por mantener nos referimos a que son capaces de conservarlos estables, salubres y con todas sus propiedades organolépticas (como sabor y aroma) en perfectas condiciones. Por sus características, son capaces de ralentizar la oxidación o de regular la humedad que contienen.
Los envases activos consiguen que disfrutemos durante más tiempo de la vida útil de alimentos como las frutas y verduras, por tanto, son una herramienta clave en su ciclo de distribución y un gran apoyo para la seguridad alimentaria.
Importancia de los envases activos
Los envases activos forman parte ya de nuestra forma diaria de adquirir y conservar alimentos, puesto que necesitamos buscar una solución al poco tiempo que tenemos para preparar y consumir productos frescos y sanos. Y eso en un marco, tras la crisis sanitaria del COVID-19, en el que hemos tomado conciencia de la importancia de comer alimentos más saludables y de protegerlos de manera efectiva del exterior.
Tipos de envases activos
Además de preservar su integridad, sabor, aroma, textura, etc., los envases activos son capaces de aportar mucho más, absorbiendo o incluso emitiendo sustancias que contribuyan a mantener el medio en el que se encuentra el alimento libre de microbios o alejarlo de la acción del oxígeno o el etileno, por ejemplo.
Hay envases activos que neutralizan sustancias, por tanto, y otros que directamente las aportan, con lo cual estamos hablando de envases que pueden añadir gran valor al producto alimentario a comercializar (mucho más si combinamos sus capacidades con las del smart packaging).
Estos envases también pueden utilizarse en el calentamiento o enfriamiento de su contenido, por lo que además de prolongar la vida útil de los alimentos, son capaces de facilitar su procesamiento y consumo.
H2 ¿Qué aportan los envases activos a la vida útil de frutas y verduras?
El beneficio obvio es poder contar con alimentos frescos y en perfecto estado a pesar del paso del tiempo. Además, se preserva el sabor y el olor, lo cual es un doble beneficio: facilita el consumo de frutas y verduras por parte de quienes no tienen tiempo de prepararlas a menudo y anima a quienes tratan de mejorar su dieta introduciendo estos alimentos fundamentales para nuestra salud.
Pero todo esto nos lleva a la segunda ventaja o beneficio: al prolongarse la vida útil de frutas y verduras gracias a la labor de los envases activos, estamos contribuyendo a evitar el desperdicio alimentario, puesto que se puede almacenar (en las condiciones que sean necesarias) y transportar más lejos y durante más tiempo.
SP Group, los envases activos y la prolongación de la vida útil de frutas y verduras
En SP Group, comprometidos con la innovación y con encontrar los materiales que más aporten a los consumidores, estamos implicados con el desarrollo de envases activos que vayan más allá, que hagan de la experiencia de consumo algo seguro y sabroso, especialmente en lo relativo a las frutas y verduras.
Los productos hortofrutícolas tienen con frecuencia una vida útil corta, por lo que la aportación de los envases activos los convierte en productos de duración media, lo que facilita la vida de los consumidores. En SP Group hemos participado en dos proyectos especialmente enfocados en este campo:
- Scavenpack: en unión con otras empresas, nuestro objetivo era conseguir envases activos plásticos que permitan prolongar la vida útil de frutas y verduras. Se trata de conseguir que su maduración o deterioro se ralentice garantizando así una vida útil que se incrementa en un 20% a través de la absorción del etileno o la regulación de la humedad. En esta ocasión se está trabajando en un sistema de envase activo para el tomate, uno de los productos más representativos de nuestra agricultura, combinando una bandeja de PET/PE y un recubrimiento con PE. Este tipo de envase sería capaz de regular la humedad o neutralizar el etileno, además de permitir que, en cierto modo, el envase “respire”.
- Proyecto Activeolive: los aditivos que utilizan los envases activos tienen como función ejercer una acción antimicrobiana y antioxidante, por ello, se pone mucho empeño en que estos sean de origen natural. Para este proyecto, los productos que aportan acción tienen su origen en el olivo. Concretamente hablamos de los tocoferoles y de los hidroxitirosoles. Estas sustancias se incorporarían al envase activo para conseguir prolongar la vida útil de productos hortofrutícolas y de pescado.
Por tanto, los envases activos suponen un avance tecnológico tanto en seguridad alimentaria como en gastronomía (por su capacidad de mantener íntegras las propiedades del alimento), y pueden suponer un avance en el consumo sostenible.
Por eso, desde SP Group mantenemos abiertos proyectos en este campo tratando de encontrar soluciones cada vez más avanzadas. ¿Quieres estar al tanto de nuestras líneas de investigación? Sigue nuestra sección de proyectos en curso y finalizados y déjanos ser tu fuente de información actualizada en el sector del envase alimentario.