Conseguir alargar la vida útil de los alimentos evitando el máximo tiempo posible la degradación de productos frescos y procesados es uno de los mayores retos a los que se enfrenta la industria del envasado. Algunas fuentes estiman el desperdicio mundial de alimentos anual en 931 millones de toneladas, un desperdicio que puede evitarse mediante diversas técnicas, entre ellas el envasado en atmósferas modificadas que permite una mayor vida útil de los alimentos. En este artículo te contamos en profundidad de qué se trata este método.
¿Qué es el envasado en atmósfera protectora?
El proceso de envasado en atmósferas protectora consiste en envasar un alimento envolviéndolo con una mezcla de gases que logran retrasar su proceso de oxidación natural y el crecimiento de los microorganismos responsables de su deterioro. De esta manera, es posible alargar su vida útil de manera significativa sin que por ello pierda sus cualidades organolépticas. Es decir, el proceso logra mantener la calidad del alimento, haciéndolo menos perecedero mientras se mantenga envasado.
¿Cómo se realiza ese envasado?
Para llevar a cabo el proceso de envasado en atmósferas protectoras se suelen emplear gases como el dióxido de carbono y el nitrógeno mientras se reduce la cantidad de oxígeno en el envase. En función del alimento, se empleará un solo gas o una mezcla de varios en diferentes proporciones. Actualmente, se sigue investigando el uso de otros gases para lograr aumentar todavía más la vida útil del alimento.
Ventajas de contar con un envasado de atmósferas protectoras
Existen muchas ventajas en torno al envasado en atmósferas protectoras. Además de la ya mencionada, como prolongar la vida útil de los alimentos manteniendo todas sus propiedades, podemos encontrar:
- Retrasar la aparición de bacterias u hongos.
- Reducir la cantidad de aditivos y conservantes necesarios para mantener el alimento.
- Evitar que determinados alimentos grasos o con alto contenido en aceite adquieran un sabor desagradable con el paso del tiempo.
- No dejar ningún residuo sobre el alimento, siendo un proceso completamente seguro.
- Reducir las alteraciones que pudieran producirse en la conservación frigorífica, ya que permite la conservación a temperaturas más elevadas.
Además, otra de las ventajas del proceso de envasado en atmósferas modificadas es que evita que se mezclen olores en los sitios de almacenamiento o exposición, lo que ahorra trabajo a la cadena logística al no tener que separar productos según su tipo.
Ejemplos de alimentos aptos para atmósferas protectoras
Se pueden crear envases con atmósferas protectoras para prácticamente cualquier tipo de alimento. Así, pueden hacer uso de esta técnica tanto la carne, el pescado y los lácteos, como los productos de pastelería, las frutas y las verduras, entre otros. En este sentido, los alimentos que quizá menos pueden beneficiarse de este proceso son los platos preparados, ya que estos, están esterilizados o pasteurizados al estar ya cocinados.
Por ejemplo, una lasaña contiene, entre otros ingredientes, carne, queso y pasta. De querer conservarlos en atmósfera protectora por separado, debería ser en atmósferas diferentes. Por lo que el tiempo de conservación por atmósfera protectora no será tan elevado como lo sería al usar esta técnica con los ingredientes por separado. Pese a ello, en estos casos el envasado en atmósferas modificadas también logrará alargar la vida útil del alimento.
Envases que mejor aprovechan el envasado en atmósferas protectoras
Cabe destacar que no todos los envases pueden hacer uso de la atmósfera protectora. Una de las características más importantes para que este proceso pueda llevarse a cabo es la permeabilidad que presente el material ante los distintos gases, que, de no ser suficiente, haría imposible el proceso. A este respecto, es necesario que el material logre mantener la composición gaseosa en su interior durante toda la vida útil del alimento.
En muchos casos, esta limitación hace que se recurra a elaborar los envases con estructuras multicapa, dado que un solo material puede no reunir las cualidades suficientes de permeabilidad y resistencia del envase. Es por ello que comúnmente muchos envases se elaboran con un material que le aporte protección al envase en la parte externa, uno con propiedades de barrera a los gases en la intermedia y otro en la capa interna que permita el sellado.
Respecto a la elección de los distintos formatos, esta no será una característica tan determinante como la de la selección del material, pudiendo usarse la técnica de atmósferas protectoras en envases tanto rígidos como flexibles y semirrígidos.
Desde SP Group apostamos por la innovación en el mundo del packaging, siendo nuestro objetivo aportar las soluciones más eficientes y sostenibles al mundo del envasado.