Sabemos que a la hora de envasar un producto existen múltiples alternativas al plástico. ¿Pero son capaces de cumplir con las necesidades de tu producto? Lo analizamos a continuación.
Actualmente, elegir el material adecuado para un envase resulta clave por muchos motivos. Tomando como ejemplo la industria alimentaria entraría en juego no solo el aspecto estético, sino el de la protección y conservación del producto. Así mismo, a estas cualidades debe unirse la sostenibilidad. En este sentido, el compromiso de los consumidores ha llevado a que se genere un debate en torno a las alternativas al plástico, impulsado principalmente por el mal uso que se le está dando a los plásticos de un solo uso.
En este artículo repasamos las alternativas al plástico que existen (tomando como referencia principalmente la industria alimentaria), y analizamos si estas realmente son capaces de cumplir con las funciones y requisitos con los que cumple el plástico a día de hoy.
¿Qué alternativas al plástico existen hoy en día en el sector de la alimentación?
Muchas alternativas al plástico las encontramos en materiales que ya eran empleados antiguamente, pero que han sido sustituidos de manera paulatina por materiales plásticos ya que, además de igualar o aumentar las cualidades, el plástico tiende a mejorar la usabilidad de los productos y capacidad de conservación con una mayor ergonomía, más fáciles de transportar y consumir, mejorando la experiencia de usuario. En este grupo encontramos envases como el on the go o soluciones resellables o con zipper.
Entre los principales materiales que podrían sustituir al plástico encontramos:
El Vidrio
Este material ha sido muy empleado durante años y se sigue utilizando en la conservación de algunos alimentos y líquidos. En muchos hogares, se usa como recipiente refill para determinados productos como el café, las legumbres o los cereales.
Como principales ventajas, podemos encontrar:
- Capacidad de ser inerte y no contaminar los alimentos.
- Ser reutilizable durante una gran cantidad de años.
- Poder limpiarse y esterilizarse siempre que se quiera.
Por el contrario, las desventajas que presenta son:
- Proceso de fabricación más costoso que el del plástico y con un mayor gasto de recursos energéticos y de agua.
- No es posible utilizar técnicas de impresión sobre este, se deben utilizar etiquetas donde añadir la información, con el sobrecoste que ello conlleva.
- La personalización del propio vidrio depende principalmente del proceso de serigrafiado, que tiende a ser más costoso que el proceso de personalización del plástico.
- Fragilidad mayor que la de muchos otros materiales, lo que supone un aumento del desperdicio alimentario como consecuencia de roturas durante la distribución y reposición en lineales.
- Es muy pesado y con mayor volumen, lo que hace que el proceso de distribución también se encarezca.
El cartón y la celulosa
Otras de las alternativas al plástico que más popularidad tienen son el cartón y la celulosa. Se emplean en el packaging de muchos productos, sobre todo para modelos take away de comida en muchos restaurantes.
Entre sus ventajas encontramos:
- La resistencia a los cambios de temperatura para transportar alimentos preparados.
- Su ligereza.
- Su alto nivel de personalización.
- La posibilidad de ser reciclados.
No obstante, como principales inconvenientes, encontramos:
- Que tanto para su producción como para su reciclaje se emplea una cantidad elevada de agua, lo que reduce su sostenibilidad. Y es que para producir una sola hoja de papel A4 necesitamos 10 litros de agua.
- Menor resistencia.
- Capacidad de conservación de alimentos muy reducida, pues no presenta la cualidad de otros materiales de alargar la vida útil de los alimentos. De hecho, para poder tener una capacidad de conservación mayor, necesita de otro material que le aporte barrera contra agentes externos. Sin embargo, dotar a un envase de dicha barrera también dificulta el proceso de reciclaje y lo convierte en un elemento mucho menos sostenible.
¿Por qué el plástico se ha impuesto frente a sus alternativas?
Es difícil encontrar a día de hoy alternativas al plástico que aporten las mismas propiedades que este. Su expansión y uso no han sido fruto del azar: el plástico reúne unas cualidades que son difíciles de imitar por otros materiales capaz de adaptarse a casi cualquier uso e industria y que ofrece una gran seguridad alimentaria.
Así mismo, el plástico también es un material resistente, pero flexible, aportando soluciones no solo a nivel de conservación sino también a nivel logístico. Su ligereza, unida a su capacidad de alargar la vida útil de los alimentos y a su adaptabilidad, lo convierten en un material muy versátil, especialmente en la industria alimentaria.
Para ver esto de forma más clara, podemos imaginar cómo sería emplear alguna de las alternativas al plástico a la hora de elaborar un envase de comida. Tomando, por ejemplo, la celulosa, lo más probable es que el número de roturas y desperfectos aumentase (produciéndose, además, mayores casos de contaminación del alimento) y el número de días en los que el alimento se conservase en condiciones óptimas disminuiría, aumentando, a su vez, el desperdicio alimentario.
En los últimos años diversos estudios científicos han avalado la sostenibilidad del plástico, haciendo frente a la creencia popular de que su uso es totalmente perjudicial para nuestro entorno.. Cuando se habla sobre el impacto que genera el plástico al medio ambiente, en muchas ocasiones no se especifica que se está hablando de los plásticos de un solo uso o aquellos que no son reciclables. No obstante, existen muchos tipos de plástico y muchos de ellos aportan grandes soluciones a la economía circular como es el caso del rPET.
Hoy en día, ¿cuál es la mejor solución?
El mundo de los materiales plásticos está en continua evolución y expansión, siendo la innovación una de sus constantes en diversas áreas. En SP Group siempre hemos creído en dicha innovación y por eso hemos implementado un plan de investigación continua para lograr soluciones más eficientes y sostenibles en el mundo del envasado. Algunos ejemplos de ello son materiales como el PP HB ECO, un material que no solo logra alargar la vida útil de los alimentos de forma notable, sino que es esterilizable y reciclable.
Pero este no es el único ejemplo, pues también contamos con novedades como la tapa PP HB ECOTOP y el fondo RST B ECO, una solución termoformable de alta barrera para aplicaciones de vacío y que también es reciclable.
Como podemos observar por las propiedades detalladas anteriormente, el plástico es un elemento que sigue resultando clave en muchas industrias, como la alimentaria. La mayoría de los problemas que se le asocian vienen dados por emplearlo de una manera irresponsable y no seguir un proceso de separación y reciclaje de materiales.
Desde SP Group, abogamos por un uso más responsable, evitando el sobre envasado, el uso excesivo de material en los envases. Así mismo, seguimos trabajando por lograr una optimización de nuestros materiales y de nuestros procesos de fabricación para conseguir envases eficientes, reciclables, y de calidad, que nos conduzcan hacia un mundo más verde.